Sería una buena oportunidad para replantearse el aparcamiento de vehículos en superficie y comenzar a recuperar el espacio ocupado por vehículos privados para convertirlos en zonas verdes. Añadiendo algún parking a los existentes en la ciudad sería suficiente para eliminar el aparcamiento en superficie y ganar decenas de miles de metros cuadrados para los ciudadanos
Totalmente de acuerdo. Y aprovechar parte de ese espacio ganado para incorporar carriles bici que permitan ir cambiando poco a poco el modelo de movilidad.
El barranco de Santos debería estar integrado plenamente en la ciudad como corredor ecológico y como ampliación de las zonas verdes. Atraviesa toda la urbe y está infrautilizado. En su día, al poner la carretera por su cauce, se urbanizó medianamente con escaso éxito. Se podrían ampliar zonas verdes, dotarlo de huertos urbanos, habilitar un sendero rodeado de vegetación que atraviese la ciudad, crear espacios de conexión entre barranco y parques como el Viera y Clavijo, etc.
También hay otros barrancos que atraviesan parcialmente la ciudad en los que se podría actuar de forma similar.
Mejorar el control de especies invasoras, las cuales acaban desplazando o poniendo en peligro la biodiversidad local. La población de loros o cotorras que se han asilvestrado en Santa Cruz, por ejemplo, en el Parque de La Granja ha crecido exponencialmente. No se toman medidas y han desplazado a los pájaros. Ahora si vas al parque no oyes pajaritos, oyes una cacofonía de graznidos insoportables. Es horroroso.
Más árboles y más plantas en la ciudad. Además de estar comprobado que mejora la salud mental y las relaciones sociales, disminuye la temperatura de la ciudad y mejora notablemente la biodiversidad.
En los últimos años Santa Cruz ha perdido muchos ejemplares de gran porte y encima hace muchísimos años que no se plantan árboles de verdad. Se tiende a plantar cada vez más especies de palmeras foráneas que ni dan sombra, ni son bonitas. Es necesaria una política menos cortoplacista y duplicar la superficie de arbolado con especies más frondosas aunque tarden unos años en desarrollarse. Hay multitud de especies de este tipo con pocas necesidades hídricas y adecuadas para nuestro clima.
Sería una buena oportunidad para replantearse el aparcamiento de vehículos en superficie y comenzar a recuperar el espacio ocupado por vehículos privados para convertirlos en zonas verdes. Añadiendo algún parking a los existentes en la ciudad sería suficiente para eliminar el aparcamiento en superficie y ganar decenas de miles de metros cuadrados para los ciudadanos
Totalmente de acuerdo. Y aprovechar parte de ese espacio ganado para incorporar carriles bici que permitan ir cambiando poco a poco el modelo de movilidad.
El barranco de Santos debería estar integrado plenamente en la ciudad como corredor ecológico y como ampliación de las zonas verdes. Atraviesa toda la urbe y está infrautilizado. En su día, al poner la carretera por su cauce, se urbanizó medianamente con escaso éxito. Se podrían ampliar zonas verdes, dotarlo de huertos urbanos, habilitar un sendero rodeado de vegetación que atraviese la ciudad, crear espacios de conexión entre barranco y parques como el Viera y Clavijo, etc.
También hay otros barrancos que atraviesan parcialmente la ciudad en los que se podría actuar de forma similar.
Mejorar el control de especies invasoras, las cuales acaban desplazando o poniendo en peligro la biodiversidad local. La población de loros o cotorras que se han asilvestrado en Santa Cruz, por ejemplo, en el Parque de La Granja ha crecido exponencialmente. No se toman medidas y han desplazado a los pájaros. Ahora si vas al parque no oyes pajaritos, oyes una cacofonía de graznidos insoportables. Es horroroso.
Más árboles y más plantas en la ciudad. Además de estar comprobado que mejora la salud mental y las relaciones sociales, disminuye la temperatura de la ciudad y mejora notablemente la biodiversidad.
En los últimos años Santa Cruz ha perdido muchos ejemplares de gran porte y encima hace muchísimos años que no se plantan árboles de verdad. Se tiende a plantar cada vez más especies de palmeras foráneas que ni dan sombra, ni son bonitas. Es necesaria una política menos cortoplacista y duplicar la superficie de arbolado con especies más frondosas aunque tarden unos años en desarrollarse. Hay multitud de especies de este tipo con pocas necesidades hídricas y adecuadas para nuestro clima.